Un día, estando en fiestas al lado de casa, mi hija quiso acercarse a ver el grupo que ensayaba para el concierto de la noche. Llevaba unos meses fascina por los vídeos de batería. También llevaba unos meses poniéndose muy nerviosa, hasta el punto de explotar/gritar cada vez que escuchaba un ruido un poco fuerte o que no esperaba. Aun así, decidimos acercarnos.
Empezó a sonar la batería: explotó. Gritos, manos tapando los oídos, lloros. Fue una de esas crisis bastante impresionantes, de las que hacen que media plaza empiece a mirarte disimuladamente o no.
Nos alejamos y mi marido dijo: «oye, para cosas así o fuegos artificiales, igual podríamos mirarle cascos». Solté automáticamente y hasta con una pizca de desprecio: «si, ya, claro: como los autistas, ¿no?»
Ha pasado un poco más de un año desde este episodio. 365 días durante los que, como familia, hemos aprendido muchísimo sobre neurodivergencia: un máster intensivo casi.
¿Si me arrepiento hoy de mi reacción? Sí, claro. Pero también sé ponerla en su contexto: vivimos una sociedad en la que no se sabe de autismo, donde las únicas referencias que nos han vendido son Rain Man o Sheldon Cooper.
Hace mucho tiempo que pienso en escribir sobre nuestro cotidiano. En parte, por egoísmo porque no es fácil todos los días y viene bien soltarlo. Pero también porque creo que es necesario.
¿Por qué no lo había hecho hasta ahora? Por miedos, por no sentirme suficiente. También porque necesitaba asimilar muchas cosas. Sigo sintiendo todo eso, pero hoy, he decidido lanzarme por un comentario que he leído. No era el primero, ni siquiera el más ofensivo, pero fue la gotita. Leerlo me he enfadado, pero también me he recordado mi reacción de hace un año y su nivel de ignorancia.
Ya hay muchas cuentas sobre neurodivergencia, algunas muy buenas, fabulosamente documentadas. Pero, visto el desconocimiento existente, creo que ninguna sobra. Por eso he decidido lanzarme:
Bienvenidos a ExcepcionaL², una cuenta sobre el día a día de una madre y su hija de 4 años que conviven con la doble excepcionalidad (autismo + altas capacidades).